- Arqueólogos, biólogos y paleoecólogos, agrupados en los proyectos Fondecyt N° 1150845 y MEC 80160111, trabajan en el norte y sur de Chile para darle un sentido cronológico y ecológico-cultural a este proceso de más de 10.000 años
Cuatro grandes teorías compiten por explicar el poblamiento de América. La primera sostiene que los antiguos cazadores-recolectores llegaron caminando desde Asia, a través del actual Estrecho de Bering -entre Siberia y Alaska- en tiempos en que el océano estaba más bajo. La segunda, señala que llegaron en embarcaciones que circulaban por la costa del Pacífico hacia el sur, mientras que la tercera teoría dice que cruzaron el Atlántico desde España hacia Norteamérica. La cuarta, en tanto, argumenta que llegaron directamente cruzando el Pacífico desde Asia.
En esta variedad de teorías, las evidencias sugieren que los primeros humanos llegaron a América hace unos 18.000 años, y a Sudamérica miles de años más tarde. De hecho, hace 10.800 años ya existían ocupaciones en la región de Magallanes, principalmente en Ultima Esperanza, el Campo Volcánico Pali Aike y en Tierra del Fuego. Mientras que, en el norte de Chile, el ingreso de grupos humanos ocurrió unos dos a tres mil años antes, marcando una ruta norte-sur.
Frente a esto, un equipo interdisciplinario de arqueólogos, biólogos, paleoecólogos, geólogos, espeleólogos y genetistas de las universidades de Magallanes, de Tarapacá y de Buenos Aires, se reunieron en los proyectos Fondecyt N° 1150845 y MEC 80160111, de CONICYT, para tratar de determinar cómo eran los territorios del norte y sur del país y reconocer los factores que explicarían los distintos procesos de poblamiento en esta parte de América. Para ello, se encuentran realizando estudios en la Cueva del Milodón y otros sitios similares en Magallanes y el Desierto de Atacama.
Los estudios interdisciplinarios en la Cueva del Milodón, liderados por la arqueóloga y doctora en Ciencias Naturales Fabiana Martin, buscan generar una nueva narrativa cronológica y ecológico-cultural que den sentido a las transformaciones naturales y a las maneras en que las sociedades humanas se instalaron en los ambientes más extremos del sur y norte del país.
“Un objetivo es avanzar en el conocimiento de los diferentes modos de colonización humana, las formas de desplazamiento y las clases de relaciones establecidas con los nuevos recursos naturales que fueron encontrando los primeros cazadores-recolectores que arribaron a estas nuevas tierras”, explicó la especialista.
Por su parte, el arqueólogo argentino, Luis Borrero, señaló: “lo que queremos es tratar de entender la forma en que se produjo el proceso de colonización humana a fines del Pleistoceno en América del Sur, aprovechando las diferentes evidencias existentes tanto en el Desierto de Atacama como en otras regiones”. El académico de la Universidad de Buenos Aires agregó que “es muy probable que, al menos, dos o tres de las actuales teorías puedan combinarse para explicar el poblamiento del tremendo espacio que es América. No creo que una sola sea la definitiva. En otras palabras, no habría un único lugar de origen y los antiguos cazadores-recolectores se habrían movido tanto por la costa como el interior, buscando recursos naturales, protección y creando amplias redes de interrelación social”.
Bajo estas premisas, buscan responder preguntas como ¿a qué velocidad se movieron estos humanos y cuáles fueron los ambientes más atractivos para ellos?, además de saber cuánto tiempo permanecieron en los sitios y si interactuaron con la fauna que se extinguió hace 10.000 años.
Los resultados de esta investigación permitirán generar nuevos modelos que expliquen la historia inicial del poblamiento profundo de Sudamérica y su relación con el desarrollo humano en el planeta durante y después de la última edad del hielo. Los investigadores señalaron que los estudios multidisciplinarios hoy en día son un requisito para investigar estos temas, ya que permiten conocer cuan variados pudieron ser los escenarios donde se instalaron los primeros humanos que colonizaron Sudamérica.
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