En el marco del IV Festival de Ciencia Puerto de Ideas, realizado entre el 7 y el 9 de abril, en Antofagasta, Calogero Santoro, director de Escallonia, dictó una charla en la que se refirió a los diferentes ciclos de agua que han ocurrido en el Desierto de Atacama, haciendo énfasis en los últimos 3.000 años de interacciones entre las sociedades humanas y la naturaleza.
“Hice una comparación entre los distintos períodos que se han sucedido en el Desierto y la película ‘El bueno, el malo y el feo’”, explicó el destacado arqueólogo nacional. Detalló que “lo bueno” correspondería al periodo de lluvias que se dieron hace más de 10.000 años, que permitió la acumulación y recarga de aguas de las napas subterráneas, lo que se repitió entre 3.000 a 1.000 años atrás. Este ciclo de lluvias, de menor abundancia que el anterior, hizo que los grupos humanos tuvieran que recurrir al uso de tecnologías para extraer y manejar el recurso hídrico, lo que implicó importantes transformaciones del paisaje. A consecuencia de ello “llegaron a convertir el desierto en un gran vergel, con una cantidad de plantas importadas, incluyendo, posiblemente, el algarrobo”, comentó el académico de la Universidad de Tarapacá.
“Lo malo” fue un periodo de fuerte sequía que ocasionó que los humanos que habitaban la zona abandonaran territorios como la Pampa del Tamarugal, mientras que lo que denominó como “lo feo” corresponde a los últimos 3.000 años de historia del Desierto, donde la intervención humana ha venido creciendo drásticamente, especialmente en la extracción de agua, donde las innovaciones tecnológicas han venido por el lado de introducir mecanismos cada vez más poderosos de succión, sin tratar de mejorar los mecanismos de uso de este recurso, el que debe ser considerado no renovable.
Tras la charla brindada en el Colegio San Luis, Santoro señaló que está repensando la manera de organizar la historia humana en el Desierto de Atacama. “La relación transformativa de la gente con este territorio partió hace 3.000 años atrás y se mantuvo sin cambios estructurales o cualitativos hasta el siglo 19, con la introducción industrial de la minería a gran escala. Todo este periodo de interacción humano-naturaleza, en el desierto se podría considerar como un ‘protoantropoceno’, vale decir, aunque hay transformaciones del medio ambiente éstas no alcanzan la escala e impacto actual que caracterizan al Antropoceno. De manera que las etapas denominadas prehispánico y poshispánicas, aparece como una división artificial, pues la llegada de los españoles no cambió drásticamente la relación humano-naturaleza”, reflexionó.
Experiencia en Puerto ideas
Con respecto a su participación en el evento, el director de Escallonia se mostró agradecido e indicó que este tipo de instancias, que reúnen a una gran cantidad de especialistas y expertos internacionales en diversos temas, son sumamente estimulantes y necesarias para el desarrollo social. “Por razones de agenda, no había podido responder a invitaciones previas. La experiencia que viví fue increíble, porque pude aprender de científicos y especialistas de distintas disciplinas que están tratando igualmente de llamar la atención sobre la necesidad de cambiar la manera como habitamos este planeta”, confesó.
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