“Dónde, cómo y con quiénes buscar a los primeros que recorrieron y humanizaron el continente sudamericano” se tituló el seminario internacional, que se realizó en la comuna de Pica, como parte de las actividades de cierre del proyecto FONDECYT 1120454 (“Landscape evolution in the hyperarid Atacama during the Pleistocene-Holocene transition: choices and social processes in an extreme environment, ~20-21° S”) y con el patrocinio del proyecto Anillo de CONICYT titulado “Cambios sociales y variabilidad climática a largo plazo en el Desierto de Atacama” (SOC 1405).
Participaron en el encuentro destacados especialistas de ciencias arqueológicas y ambientales como Nicolás Blanco (geólogo del SERNAGEOMIN), Rafael Suárez (arqueólogo de la Universidad de la República y Sistema Nacional de Investigadores de Uruguay), Nora Franco (arqueóloga e investigadora independiente de CONICET, Argentina), Luis Borrero (arqueólogo de la Universidad de Buenos Aires, Argentina), Nora Flegenheimer (arqueóloga e investigadora independiente de CONICET y del área de arqueología y antropología de la Municipalidad de Necochea, Argentina), Ricardo de Pol (geocronólogo de la Universidad de Magallanes, UMAG), Fabiana Martin (arqueóloga del Centro de Estudios del Hombre Austral, del Instituto de la Patagonia de la UMAG), Claudio Latorre (paleoecólogo de la Pontificia Universidad Católica de Chile, PUC), Daniela Valenzuela (arqueóloga de la Universidad Alberto Hurtado), Bárbara Cases (arqueóloga, doctorante del programa de postgrado Universidad de Tarapacá-Universidad Católica del Norte), José Capriles (arqueólogo del Departamento de Antropología, UTA), Virginia McRostie (arqueóloga, postdoctorante, PUC), Lautaro Núñez (premio nacional de historia, UCN), entre otros.
Durante el seminario, que se llevó a cabo entre el 8 y 12 de enero, los asistentes tuvieron la posibilidad de visitar sitios arqueológicos, paleoambientales y geológicos en pleno Desierto de Atacama, en localidades de quebrada de Chipana, quebrada Maní y Pampa Ramaditas; cuyas antigüedades se remontan al periodo Pleistoceno final, vale decir hace 13.000 a 12.000 años atrás. Se discutieron problemas acerca de la variedad de tecnologías y materias primas utilizadas por los primeros habitantes, las maneras de ocupar los distintos ambientes del Desierto de Atacama y de otras latitudes, movilidad local, regional y continental desde perspectivas comparativas que se fueron descubriendo a lo largo de las presentaciones orales y las visitas a los sitios.
Según comentó el doctor Calogero Santoro (UTA), investigador principal de ambos proyectos, el encuentro “fue gratificante para todos nosotros en la medida que los asistentes manifestaron que la reunión fue educativa, amistosa y estimulante.
Cada uno aprendió y disfrutó de la experiencia de los invitados que presentaron en el pueblo de Pica, con vehemencia y gran generosidad sus propios resultados de investigación llevados a cabo en otras latitudes del cono sur de Sudamérica. Esperamos que en el futuro cercano se convengan arreglos de colaboración más específicos entre los participantes para beneficio y desarrollo de la ciencia, la comunidad, los estudiantes y jóvenes investigadores”. Bárbara Cases, señaló por ejemplo que al recordar a este magnífico grupo en medio del desierto, agradece a los organizadores y a quienes participaron y compartieron sus resultados de investigación, por que “me permitió ser parte de esta estimulante experiencia”. Nora Flegenheimer manifestó desde Necochea, Argentina, que lo aprendido y disfrutado “fue una experiencia inolvidable, una oportunidad que atesoro” y así se los hizo saber a sus compañeros de trabajo del laboratorio, mientras “saboreaban unos chumbeques”, mientras que Nora Franco junto con agradecer la oportunidad de ver los sitios arqueológicos señaló: “han obtenido resultados fascinantes!”. Lautaro Núñez, gran conocedor y célebre investigador de los temas tratados acotó “aprendí muchísimo y encontrar viejas amistades fue más valioso que las puntas pedunculadas”. Luis Borrero agradeció a la comunidad del Anillo, y señaló que ésta “ha sido una visita sensacional, llena de aprendizaje y camaradería”, lo que coincide con lo señalado por Rafael Suárez, quien también destacó la experiencia y las enseñanzas y acotó que el “desierto es fascinante!”. Junto con agradecer señaló “que el seminario estuvo estupendo, genial, todo excelentemente muy bien organizado!. No paro de pensar en las increíbles similitudes de nuestros materiales; es la misma tecnología. Ya tendremos tiempo de poder concretar y escribir sobre los desplazamientos a grandes distancias entre el este y el oeste del continente”.
El proyecto ANILLO reúne a especialistas de la Universidad de Tarapacá, junto a la Pontificia Universidad Católica de Chile, Universidad Alberto Hurtado, Universidad de Chile, Centro de Investigaciones del Hombre en el Desierto y Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas. Tiene el objetivo principal de comprender cómo las sociedades humanas, desde su primer poblamiento, organizaron sus sistemas sociales y hasta qué punto las fluctuaciones en los sistemas hídricos y en la disponibilidad de recursos provocaron cambios en los patrones culturales. Su ícono corporativo, la Escallonia angustifolia, es el nombre científico de una especie de árbol adaptado al Desierto de Atacama, altamente sensible a variaciones climáticas. Este árbol refleja fielmente el espíritu de este proyecto que pretende revelar cómo la humanización de este territorio híperarido se entrelaza con su historia paleoambiental. A varios de los visitantes les gustó la idea de la comunidad Anillo y esperan reencontrarnos y hacer alguna otra cosa en conjunto.